RESTAURANTE "BALNEARIO BEACH" (Puerto Real, Marzo 2024)

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Tacos de atún en un escabeche muy suave y magníficamente elaborado, que se llevó unos besos y abrazos “paneros” de escándalo

Nuestra primera salida de la capital gaditana este año 2024 fue a la vecina localidad de Puerto Real, en la que el Grupo ha tenido ágapes memorables. En esta ocasión acudimos al Balneario Beach, sito en la playa de la Cachucha, en pleno centro urbano, al hilo de las fama de sus pescados, y en cuyos fogones oficia el conocido cocinero Enrique Sánchez (La Almadraba de Cádiz, por ejemplo) a las órdenes de los hermanos Guerrero (Carlos y José), hijos del famoso “El Pili”, que inició el negocio hace ya algunos años

Con una magnífica vista sobre el paseo y la Bahía, aunque hiciera una tarde ventosa y poco agradable, comenzó la sucesión de platos que degustamos con gran satisfacción

Tras unas copas y cervezas, trasegadas con la ayuda de unas aceitunitas, vino el primer plato, consistente en unos tacos de atún en un escabeche muy suave y magníficamente elaborado, que se llevó unos besos y abrazos “paneros” de escándalo

A continuación llegaron las tortillitas de camarones, muy bien hechas, con bastante camarón y un punto de fritura exacto. Y de seguido unos lenguados de los caños de la Bahía fresquísimos (de hecho, capturados horas antes) y simplemente fritos sabían a gloria. De lo mejor del almuerzo.

La parte “pescadera” terminó con unas costillas de atún con un espectacular punto de asado, sal en escamas y un muy conveniente aliño de ajo y perejil. Y para acompañar una fritada de patatas que en nada desmerecía al túnido.

Para finalizar la parte salada, nos sirvieron unos clásicos alcauciles con abundancia de chicharitos en perfecto punto, pero que a algunos nos pareció que, más que alcauciles, eran alcachofas, lo que incidía en la terneza de sus hojas más externas.

De postre cayeron unos tarros de arroz con leche semicaldoso, de grano algo “al dente” pero con el líquido muy sabroso y nada empalagoso

Toda la comida, con alguna excepción, estuvo regada con el estupendo y muy fresco vino blanco Entrechuelos Chardonnay del 2023, de la bodega Miguel Domecq, S.L. (Finca Torrecera), que, aunque siendo joven, recibe toda la sapiencia de siete generaciones de vinateros jerezanos, y cuyo enólogo es nuestro conocido Joaquín Gómez Beser (de Productos El Majuelo, S.L., con su conseguidísima flor de garum).

Tras los correspondientes cafelitos y añadidos alcohólicos nos despedimos de nuestros anfitriones, prometiendo volver, dado que la experiencia resultó sumamente satisfactoria