Desde mucho antes de los asentamientos fenicios en Cádiz, los indígenas que estos encontraron en esta zona adoraban al dios Salambobe (sal buena), lo que nos da muestras, que desde tiempo inmemorial el hombre conocía los poderes de conservación de la sal y los ponía en práctica con diversos productos, en nuestro caso con el pescado.
Receta para el Flamenco asado.- Se pela el ave, se lava y se asa con eneldo y un poco de vinagre. Poner en un mortero pimienta, cominos, culantro, menta, ruda, cebolla seca, sésamo tostado, dátiles, machacarlo todo y trabajarlo con miel, vino, garum, vinagre y aceite. Rociar la mezcla sobre el ave y servir.
Debemos imaginar que por su fuerte olor y sabor, el secreto del buen punto de los manjares dependía del cocinero al dosificar el garum, ya que su exceso debía convertir una exquisitez en auténtica bazofia. Marcial, poeta romano, nos describe a su personaje Pápilo, como "hombre al que le hiede terriblemente el aliento, bastando una tufarada de su vaho pestilente para transformar un ungüento perfumado en garum".
En la época medieval, siguió el garum consumiéndose como salsa y tuvo gran aceptación en al-Andalus donde se denominaba morri, aunque ellos empleaban más el garum macerado o nabateo, fabricado a partir de cebada y trigo salado amasados y aromatizados con orégano, anís, cilantro seco y arañuela, u otra variedad que se elaboraba con algarrobas machacadas y miel.
En el siglo XV, se conoce aún el garum procedente de pescados al que se denomina allex.
Actualmente podemos encontrar algún descendiente de esta salsa en el sudoeste asiático y sobre todo en Vietnam, conocido como ñnoc-man, que incluso podemos encontrar en algunas tiendas de alimentación españolas. También muchos restauradores que practican una nueva cocina mediterránea, aderezan sus platos de creación con salsas a las que denominan garum, de estas hay unas mejores que otras, aunque la mayoría suelen ser patés de aceitunas negras con anchoas y alcaparras.
Ustedes seguramente perdonarán mi atrevimiento si les propongo probar mi personal receta de garum, ya que afortunadamente durante los meses de verano y hasta bien entrado octubre, mi padre pesca en el litoral gaditano empleando la técnica del curricán, túnidos como el Bonito alistado (el más común), el Tonino y la Melva, por lo que después de algunos años probando distintas fórmulas, creo haber encontrado una de agradable aroma y sabor.
Mi propuesta es que empleemos en vez de las vísceras y despojos como hicieran los romanos, las ventrechas (ventrescas para los vascos) y el vientre de estos pescados ricos en grasas, que al ser trozos de pequeño tamaño no representarían un corte en regla para ninguna receta específica y normalmente son desechados.
Fórmula.- Se compra o se prepara un bonito entero en salazón (abierto por el centro, limpio de tripas, en sal 48 horas, limpieza con agua dulce y colgar 15 días a secar), se preparan los lomos despejándolos de espinas y piel para comer fileteados, se hace lo mismo con vientre y ventrechas, estos últimos se cubren de aceite de oliva virgen, unos dientes de ajo, orégano, un poco de tomillo y albahaca, los tenemos una semana en reposo.
Pasada la semana a temperatura ambiente, se separa el residuo sólido del aceite, se pasa por la batidora, se le vuelve a poner el aceite que lo cubría y a comer.
Julio de la Torre Fernández-Trujillo