Las grasas son unas sustancias nutritivas esenciales para el organismo, su función es almacenar energía que permita al individuo desarrollar actividades físicas o mentales y además son una fuente de calor.
Las grasas además de hacer las comidas más apetitosas, son necesarias para garantizar la aportación de ácidos grasos esenciales, sin los cuales tendríamos grandes alteraciones, y son vehículos de vitaminas que solo se disuelven en grasas como la A, D, E, F y K.
Los ácidos grasos se dividen según su grado de saturación en:
Saturados: Son las grasas de origen animal, se encuentran en cualquier tipo de carnes, quesos grasos, mantequilla, margarina, nata y algunos aceites vegetales como el de coco.
La alimentación rica en grasas saturadas tiende a incrementar los niveles de colesterol en sangre.
Insaturados: Son las grasas de origen vegetal, como el aceite oliva, y los aceites de semillas.
La alimentación rica en grasas instaurada reduce el nivel de colesterol en sangre.
El colesterol es una sustancia grasa contenida en los organismos animales que juegan un papel muy importante, pero la cantidad excesiva incrementa el riesgo de padecer arterioclerósis, que es un proceso de endurecimiento y envejecimiento de las arterias.
El nivel de colesterol se puede reducir mediante una dieta adecuada rica en grasas insaturadas, como son las grasas vegetales.
Las grasas insaturadas se dividen en dos grandes grupos según su grado de saturación y son:
Monoinsaturadas : Aceite de oliva virgen
Poliinsaturadas: Aceites de semilla en general como girasol, soja y otros.
La dieta de los países mediterráneos se considera la más idónea para la salud, por su escaso consumo de grasas animales, y la costumbre generalizada de consumir aceite de oliva virgen.
Las grasas vegetales también tienen la función de ingredientes y condimentos porque aportan a los guisos grasa, aroma, sabor y untuosidad. Además de integrar los restantes elementos como carnes, legumbres, pescados y verduras, para dar lugar a diferentes tipos de elaboraciones culinarias como adobos, guisos, fritos, y otros.
Es necesario distinguir entre aceite oliva virgen y aceite de oliva refinado o mezcla:
El aceite de oliva virgen es el zumo de la aceituna, fruto del olivo, sin ningún tratamiento y conservando todas sus cualidades.
El resto de aceites de oliva proceden de aceites no comestibles, que se someten a un proceso de refinado, que en esencia consiste en una serie de procesos para eliminar su acidez, olor y color, y luego mediante mezcla con esencias y otros aceites vírgenes poderlos vender en el mercado como aceite comestible.
Este proceso de refinado elimina parte de las bondades del aceite como son las vitaminas (muy volátiles) y la fibra de la aceituna, no obstante conserva otras propiedades como su grado de insaturación y su resistencia al calor en las frituras.
Por consiguiente y dada la escasa diferencia por litro en el precio, es recomendable el uso de aceite de oliva virgen, independientemente de la marca y del grado de acidez (según gustos) que no debe superar el 1 %. Ya conserva intacto su contenido vitamínico y antioxidante.
Aceite de Oliva y envejecimiento
Las expectativas de vida han experimentado un gran aumento, en estos momentos preocupa la longevidad, pero lo que cada vez preocupa más es la calidad de vida que va a tener el individuo que alcanza una edad avanzada.
Dentro de las estrategias se encuentra la dieta, y dentro de ella esta un adecuado suministro de nutrientes y una repercusión saludable de los mismos.
El caso más evidente es el aceite comestible, que se toma desde la niñez a la vejez de una manera habitual.
El aceite de oliva virgen por su alto contenido en ácido oléico y su alto contenido en vitamina E, es más difícilmente oxidable que otros ácidos grasos, por lo que se relaciona favorablemente con la ausencia de enfermedades degenerativas.
La dieta con aceite de oliva virgen permite una buena mineralización de los huesos, limitando la pérdida de calcio debida al envejecimiento.
Por sus valores, ayuda a evitar alteraciones vasculares del cerebro, ayuda a realizar la digestión previniendo de úlceras de estomago y gastritis, además su suave acción laxante contribuye a combatir el extreñimiento.
Otros beneficios del aceite de oliva virgen son su alta tolerancia por el estómago, actúa favorablemente sobre las vías biliares, aumenta el poder del hígado, y reduce el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares.
Consejos para utilizar el aceite de oliva Virgen
1.- Añada una cucharada de aceite de oliva virgen a la pasta al hervirla, evitará que se pegue.
2.- En las ensaladas, el aceite de oliva evita que se marchiten los vegetales.
3.- Cuando fría con aceite, recubra completamente los alimentos.
4.- es muy recomendable para las frituras ya que su resistencia al calor es de 210 º C, del orden de 30 grados más que otros aceites vegetales.
5.- Hay que evitar que el aceite en el fuego llegue humear por exceso de calor porque se convierte en tóxico.
6.- Añada una cucharada de aceite de oliva a cada plato de sopa.
7.- Haga repostería con aceite de oliva.
8.- Conserve el aceite a temperatura ambiente reservándolo del aire y de la luz.