-Sirva el título, que hace juego con el refranero y así, en Cádiz, cuando decimos Faro, podemos estar nombrando al Faro de San Sebastián, en la Caleta, al Faro de las Puercas, en la Bahía, o culinariamente al Grupo El Faro, buque-insignia de la gastronomía gaditana. Sus establecimientos han ido en aumento (Faro de Cádiz, Ventorrillo del Chato y Faro del Puerto) con la incorporación de BarraSiete y Catering de celebraciones-Baluarte de los Mártires- y posiblemente haya alguno en cartera.
-La concordancia FARO- GGG es de gran calado, por muchas razones, ya que en la casa matriz (S. Félix, 15) se fundó dicho Grupo (23/04/1986) y celebramos el primer Aniversario con la entrega de nuestro primer Premio Anual (1987). Este se otorgó también al Ventorrillo y al Faro del Puerto, en los años 1993 y 1997, respectivamente y todos los grupos y responsables -Familia Córdoba-, han participado en nuestras actividades (Encuentros, Cursos de Verano, Conferencias…). Socios de Honor de nuestro GGG, celebramos juntos su 50 aniversario (1964-2014) ya que tuvieron la gentileza de invitarnos con una opípara y gaditana cena. En dicha sintonía, participamos de diversas actividades, como sus Jornadas de Cocina Gaditana y en prácticamente todas las ediciones de la Jornadas Zamoranas, que organizan desde hace unos añitos. Y no quiero dejar en el tintero, la oportunidad de poder compartir en ocasiones sus fogones con ellos y su equipo de profesionales, cual alumnos aventajados y alerta al aprendizaje.
-Sin duda su currículo respecto al GGG, es de “sobresaliente cum laude” y resulta difícil de igualar, más que nada porque además mantenemos un alto nivel de amistad.
-El Faro está considerado como “santo y seña” de la Gastronomía Gaditana y le cabe el honor de haber sido embajador de nuestra cocina tradicional, incorporándose a nuevas tendencias gastronómicas con la misma progresión profesional de los hijos de Gonzalo. Pero qué decir de Gonzalo Córdoba, patriarca de este Grupo, que no sea el reconocimiento de la sociedad gaditana por su magnífica trayectoria humana y profesional, en estos más de 50 años de existencia de su creación gastronómica.
-En nuestra opinión el “gadita” esconde un algo de pesimismo y/o derrotismo, cuando opina de sus cosas, lo cual contrasta con su carácter afable y alegre y su punto de “fina ironía”. Es fácil y frecuente referirse al Faro, con frases tales como “siempre lo mismo…”, “ya no es lo que era…”, “es muy caro…”, “no sé lo que se creen”, “se salva la barra aunque cara y lenta…” y así podríamos seguir, pero saben lo que les digo, que cuando estos derrotistas salen de festivo o celebran algo importante, o invitan a sus amigos, o simplemente quieren quedar bien (aniversarios, obtención de plaza, santoral…), sin dudarlo los llevan al FARO…como no podía ser de otra forma, ya que mantener un nivel tan elevado es harto difícil. Una visita a Cádiz, por cualquier motivo, lúdico o laboral, se queda algo coja sin pasar por este restaurante, templo culinario gaditano de rancio abolengo en pleno barrio de la Viña.
-Sus innovaciones gastronómicas han sido básicas en la evolución de la cocina gaditana, y de este modo de sus fogones vieron la luz, delicias tales como el paté de rascacio, las auténticas tortillitas de camarones, almejas con espinacas, arroz del señorito, pescado fresco en tartera, roteña o a la sal....y así podríamos estar hasta mañana, citando numerosas creaciones que ya forman parte de nuestra historia gastronómica, sin olvidar sus originales y deliciosos postres.
J. M. Pérez Moreno