En los tiempos gastronómicos que vivimos, dónde se están imponiendo platos importados con más o menos acierto, que ponemos nombres rimbombantes a determinados inventos culinarios con más o menos éxito, con el objetivo de deslumbrar a comensales con poco recorrido, nos olvidamos de platos insignes pero con nombre y apellidos plebeyos, así no se triunfa en la actual cocina.
A las papas fritas con tomate les falta glamour, con esta ascendencia no se puede triunfar en la alta cocina dominada por los concursos estresantes de famosillos buscándose la vida con lo que sea, estrellas michelines y medradores en general de la buena cocina, dónde han visto la posibilidad de con pocos conocimientos y mucho rollo hacer caja.
Porque claro, para hacer unas papas fritas con tomate no hacen falta aparatos e instrumentos raros que vender en grandes almacenes a tanto crédulo cocinita, que en la mayoría de los casos se dedica a comprarse los libros que anuncian los medios y los cacharros modernos que manejan, para acabar pidiendo la comida hecha por la apps de turno. Esto es un hecho, sino hagan la prueba y dense una vuelta por el mercado y pregunten como van las ventas, ya no se cocina ahora se acumulan libros y aparatos, y así nuestra conciencia la acallamos.
Para hacer unas buenas papas fritas con tomate, primero hay que freir los tomates con buen material, es decir tomates rojos maduros en su punto, ajo morado, cebolla de la temporada, pimiento verde y aceite de oliva virgen extra. Esto que parece sencillo, lleva su tiempo, porque hay que hacerlo a fuego lento, con paciencia, y al final no olvidarnos de la sal y una cucharada de azúcar para quitarle la acidez, así que poco glamour y mucha paciencia.
Y una vez tengamos los tomate, freímos las patatas, de Sanlúcar a poder ser, sazonadas con sal de nuestras salinas y en aceite de oliva virgen, ponerlas tiernas sin llegar a dorar, una vez listas se sacan escurridas y se le agregan a los tomates fritos dejando cocer el conjunto a fuego lento hasta mezclarse los sabores. Y obtenemos un plato exquisito vegetal y pleno de propiedades, pero eso si de baja alcurnia gastronómica
Que aproveche,
Manuel Fdez.-Trujillo Jordán