- 2 ó 3 corazones de alcauciles por persona, dependiendo del tamaño. Existen bolsas de congelados de bastante calidad.
- 4 langostinos por persona. También pueden ser congelados.
- 4 cucharadas de aceite
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de harina de trigo
- 1 vaso de caldo de pescado
- ½ vaso de vino blanco, por ejemplo manzanilla de Sanlucar
- 1 manojo de perejil
- Sal
Preparar los corazones de alcaucil. Si son frescos, quitar las pencas exteriores hasta llegar al corazón (parte más blanda) y cocerlos en agua con sal hasta que estén blandos. Si son congelados, seguir las instrucciones del envasador.
Partir los alcauciles en dos mitades.
Pelar y descabezar los langostinos.
Picar los dientes de ajo y el perejil. En una sartén o cazuela echar el aceite y freír los ajos a fuego lento. Cuando empiece a dorar echar la harina y remover un rato para que se tueste un poco. Inmediatamente echar el caldo de pescado, el vino y el perejil removiendo continuamente para que no se formen grumos, durante 10 a 12 minutos. Probar de sal y rectificar si fuera necesario.
Si la salsa está demasiado espesa añadir caldo de pescado. Si está demasiado caldosa añadir un poco de maicena previamente disuelta en agua.
Una vez esté la salsa a nuestro gusto, agregar los alcauciles y dejar cocer unos 5 minutos. En este momento añadir los langostinos y espera hasta que cojan color. Quitar del fuego, emplatar y servir.