- Aceite de oliva
- 6 dientes de ajo
- 2 guindillas
- Patatas
- Pimientos del piquillo
- Bacalao
Hay que poner en una sartén grande y profunda, unos dos dedos de aceite de aceitunas de la mejor calidad, se doran en el, a fuego suave para que se hagan por dentro, unos 6 dientes de ajo enteros y un par de guindillas, cuando estos estén listos, se retiran y se reservan. Ahora pocharemos en ese aceite, un buena cantidad de patatas, cortadas en rodajas de un centímetro de espesor, que habremos lavado muy bien para que la fécula no nos estropee el aceite, que para tantas cosas vamos a usar. Con el aceite a fuego suave y con paciencia dejaremos las patatas hasta que estén tiernas, procurándolas mover usando el asa de la sartén y no usar utensilios que no desvíen la receta hacia puré de dicho tubérculo. Ya tiernas las patatas las sacamos bien escurridas de la sartén y las depositamos en el fondo de una rustidera, que es como llamamos los cocineros a la conocida en el ámbito domestico, como tartera , las sazonaremos bien (que significa en su justa medida y no abundantemente). Luego pondremos en nuestro querido aceite unos pimientos del piquillo enteros y bien escurridos, a poder ser de buena marca y linaje , huyendo de esos que mas que pimientos de piquillo parecen por su sabor pimientos morrones. Seguimos a fuego suave, para que los pimiento pierdan la textura dura y queden suaves y melosos, bien escurridos los colocaremos como si de una sabana se tratara encima de las patatas. Llega el momento del bacalao, puesto, en el tan traído y tan llevado aceite, lo dejaremos cocinar, como no, a fuego suave hasta que al hacer presión con el dedo sobre él (sin quemarse), se desprenda en láminas brillantes y gelatinosas. Bacalao fuera de la sartén y fuego apagado. El bacalao los sacaremos en láminas , que pondremos encima de los pimientos, no hay que ser tacaños con el bacalao, si no, el plato solo sabrá a pimientos, así pues guardaremos una buena relación; mucho bacalao y pocos pimientos. Para terminar el plato, colocaremos el vaso de la turmix; unos huevos enteros, un poco de sal, los ajos fritos y las guindillas, (si nos va la marcha), y con el aceite ya atemperado (que no este muy caliente, si no en vez de mayonesa haremos huevos fritos, que no es que estén malos, pero no es el fin que perseguimos) haremos una mayonesa. Esta, nos debe de quedar espesa, y con ella pondremos una capa que tape toda la superficie del bacalao y con una capa mas bien gruesa ( con lo cual deducimos que tampoco debemos ser tacaños con el aceite al principio, si no, con la cantidad de salsa que nos saldrá, tendremos que recurrir a pintar a pistola, para poder tapar toda la superficie). Y con la tartera directa al horno en posición de grill, no podemos perder de vista el preparado, que cuando tenga un bonito color dorado lo sacaremos y huiremos del color negro como si fuésemos Michael Jackson.