PATO TRUFADO

INGREDIENTES

- Cuatro cuartos traseros de pato.

- Aceite de oliva virgen extra.

- Una cebolla blanca dulce.

- Dos puerros.

- Un calabacín mediano.

- Un trozo de jengibre.

- Un vaso de oloroso medium (yo utilicé 10RF).

- Tres trufas de verano (yo añadí, además, el líquido de un bote de trufa de invierno que me había quedado de otros menesteres).

- Sal.

ELABORACIÓN

En una sartén se pone medio decilitro de aceite y cuando esté caliente, se doran los cuartos de pato por delante y por detrás. Se saca el pato y se echan en el aceite, que ya habrá aumentado con la grasa del pato, la cebolla, el calabacín y los puerros picados. Cuando la cebolla se transparente, se echa el vino y el jengibre, también picado. Dos o tres minutos después se deposita de nuevo el pato en la sartén y se echa un par de vasos de agua o de caldo de ave, según el gusto (yo le eché agua) y se sala. En ese agua o caldo se habrán triturado lo máximo posible las trufas con una batidora. Se deja cocer a fuego lento una hora y media aproximadamente, Transcurrido ese tiempo, se saca el pato y se guarda en la nevera. La salsa se echa en una olla pequeña o en un vaso de batidora y se guarda también en el frigorífico. Lo ideal es hacer esta receta el día antes, porque te permite que al día siguiente se haya cuajado la salsa y puedas retirar la grasa sobrante, ya que se acumula mucha del pato. Una vez retirada la grasa, se pone a calentar la salsa y cuando se ha derretido, se tritura muy bien con la batidora y se deja a fuego muy bajo simplemente para mantenerla caliente. Entre tanto, se habrá calentado el horno a 150 grados y se introducen los cuartos de pato en el mismo, ya sea en una rustidera o en una rejilla, con la piel hacia arriba, dejándolos 15 minutos para que se calienten. A continuación, se pone el grill del horno a potencia fuerte y se acerca la rustidera o rejilla lo más arriba posible para que se tueste la piel del pato. Esto último se puede hacer con la función de aire, si el horno la tiene, sin necesidad de utilizar el grill. Cuando se observe que la piel está bien tostada (comprobad que no se queme, como me pasó a mí un poco), se saca del horno. En un plato se ponen dos cucharones de la salsa, el pato encima y se acompaña con patatas fritas o con verduras rehogadas, al gusto. El elenco de bebidas con las que se puede acompañar es muy amplio, siendo la más aconsejable un oloroso, que no tiene por qué ser el mismo con el que se ha cocinado el pato