PESTIÑOS DE LA ABUELA MARÍA

Esta receta se la debemos a la abuela María, madre de uno de nuestros socios, Manolo Fernández Trujillo y abuela de otros dos, Curro Fernández Trujillo y Julio de la Torre Fernández Trujillo.  Sin duda alguna, el éxito de estos pestiños se debe a ella.

INGREDIENTES para 2 kg

- 2 kg de harina de trigo

- 2 litros de aceite de oliva

- 1 naranja amarga

- 1 copa de aguardiente de anis seco

- 1 cucharada de matalahúga

- 1 kg. de miel de la Sierra de Cádiz.

- 1 litro de vino fino.

ELABORACION

Lo primero que haremos es poner al fuego  un perol con los 2 litros de aceite. Cuando esté caliente, se echa la matalahúga y un trozo de corteza de la naranja hasta que se dore. Con ello conseguiremos que el aceite se impregne del aroma y sabor de estos ingredientes.
Se aparta y se deja enfriar.

En una mesa amplia se vierte la harina formando un volcán, en el cráter se exprime la naranja, se vierte la copa de aguardiente y se mezclan un cazo de vino y otro del aceite que teníamos apartado, procurando coger la matalahúga.

Se pone una pizca de sal y se comienza a amasar añadiendo un cazo de aceite y uno de vino las veces que haga falta, hasta conseguir que la masa esté en su punto.

¿Cómo sabemos si la masa está en su punto?. Esto es importante. Para ello utilizaremos la prueba digital (alta tecnología). Es decir, metemos un dedo en la masa y, si al sacarlo, ésta se recupera hasta ocupar de nuevo la mitad, o mas, del agujero realizado, es que está en su punto. Conviene seguir trabajando la masa. Cuanto mas se trabaje, mejor se podrá extender luego y mas finos quedarán los pestiños.

Por último, y también es importante, se envuelve la masa en un lienzo o paño de algodón y se deja reposar durante al menos una hora en un lugar seco.

Aprovechemos que nos queda una hora para seguir con los pestiños, para elaborar otras viandas, para charlar con los amigos o simplemente para descansar. La siguiente fase es agotadora.

Y aquí estamos de nuevo, armados con rodillos o, en su defecto, botellas lisas previamente lavadas, con los que se extenderá la masa hasta que quede muy fina, casi transparente

Una vez estirada la masa, se corta en pequeños cuadrados y se unen dos de sus vértices opuestos, formando así el aspecto que tendrá el pestiño.

Al freír será el reír" versa el dicho popular pero, cuando se trata de freír 4 ó 6 kilos de pestiños la cosa cambia. No obstante, ahí está Manolo dispuesto a lo que le echen.

Después de fritos y bien dorados, se sacan, se escurren de aceite y nos preparamos para la última fase: el enmelado. Para ello, preparamos un perol, puede ser el mismo de la fritura previamente lavado, en el que pondremos la miel y algo más de un tercio de su volumen de agua. Calentamos, sumergimos los pestiños un instante y, ¡ya está!. Fácil ¿no?. Pues animarse para las próximas Navidades.