- 1/4 kilo de salmón ahumado sin laminar
- 1/2 kilo de langostinos
- 1/2 cebolla blanca
- 2 ramas de eneldo
- varias varas de cebollino
- sal
- 2 cucharadas de salsa teriyaki
- 1 cucharadita de postre de Chutney de mango
- 1 cucharadita de postre de vinagre de arroz
- 1 cucharadita de café de aceite de sésamo
Pelar los langostinos y reservar las cabezas. Quitar la tripa. Trocear en taquitos de 1 centímetro y salar. Aparte, exprimir bien las cabezas de los langostinos en un cuenco aparte
Cortar el salmón ahumado en taquitos de 1 centímetro.
Picar finamente la cebolla blanca y el eneldo y mezclarlas en un cuenco con la salsa teriyaki, el chutney, el vinagre de arroz, el aceite de sésamo y el jugo de las cabezas de los langostinos.
Añadir el salmón y los lamgostinos,mezclar bien todos los ingredientes y dejar macerar unos quince minutos.
EMPLATADO
Emplatar con un aro o un cuadrado y echar por encima el cebollino finalmente picado.
MARIDAJE
Cualquier blanco con crianza o, incluso, un tinto joven le van bien. Una manzanilla fina es la mejor opción entre los jereces.
ADVERTENCIAS
Nunca nos cansaremos de advertir sobre el pescado o crustáceo crudo y el riesgo de anisakiasis. Mejor utilizar langostinos congelados. En nuestro caso hemos utilizado unos langostinos salvajes (Pescados en alta mar), pero cualquier langostino fresco con un par de días de congelación vale para esta receta. Las salsas son las que hemos utilizado, pero es un plato, como otros muchos, susceptible de variantes cuasi infinitas. La única recomendación es que los ingredientes principales, a pesar de su potencia sápida, son delicados y cualquier añadido muy agresivo los podría dejar en fuera de juego. Todo es probar e ir añadiendo los acompañamientos poco a poco.