Evento navideño Familiar.
- Aunque algunos opinan, que cada cosa en su sitio, a veces miramos el refranero, en función de nuestro interés. Por eso sirve aquello de “Nunca es tarde …” para retrasar el clásico Almuerzo de Navidad con nuestras señoras. Valga de excusa la masificación de eventos en las fiestas y que somos muchos y no es fácil acertar con la fecha ideal.
- 21/Enero/2017. La cita fue en El Faro del Puerto de Santa María, y la ida en autobús desde Chiclana, sin problemas, para almorzar en el salón-estancia lateral, con magnifico ambiente y comodidad. Menú cuasi concertado con nuestro socio de honor, Fernando Córdoba y nuestro experto, Casto. Comentar que a pesar de todo, no contamos con la presencia de don Mario y José María Rosso.
-Tras los saludos pertinentes a pie de Bus, nos acomodamos por libre y pronto se inició nuestro familiar almuerzo de Navidad. Señalar, desde la primera copa hasta el brindis final, la buena labor del Servicio, agradable y atenta, elegante y profesional.
-Comenzó el menú con una sorprendente Crema de coco y coliflor, aromática y suave, llamando la atención la curiosa combinación cual matrimonio bien avenido. Nos ayudó para el festín, que se inició con unas entradas compartidas, tales como una Terrina de Perdiz con Gelatina de Moscatel (buena de consistencia, algo plana de sabor) seguidas de unas logradas Quenefas de Berenjenas y Jamón, (crujientes y resultonas) y de unas jugosas y expresivas Migas de Bacalao sobre patatas, que ganaban mucho tras remover el huevo escalfado que acompañaba al plato.
-Como es natural, ya circulaba por la mesa un blanco de la Tierra, Barbazul de Barbadillo y un tinto de crianza aromático, con cuerpo y agradable sabor que mantiene en el retrogusto, concretamente Petit Forlong, 2014 (Vino joven ecológico, de Cádiz, con tres variedades de uvas, Syrah, Merlot y Tintilla).
-Gustaron mucho las entradas individuales, tales como la clásica combinación de Naranja con anchoas y cebolleta y la novedosa, pero consistente y jugosa Tosta de Alcachofas, setas, cebolla roja y huevo curado en soja, llamando la atención la textura melosa de la yema del huevo y su penetrante sabor amortiguado por la combinación de verduras y setas. Seguía reinando un buen ambiente familiar y un notable menú con diversidad gastronómica y un buen Servicio de mesa.
-Tocaba el turno del plato principal a escoger de una tríada clásica y así obviar alergias e intolerancias y algo de guasa gaditana. Había que decidir entre Pescado del día con verduritas, Arroz con perdiz y verduras y Cochinillo asado al estilo tradicional, recetas clásicas que ayudaron a mantener el buen nivel del almuerzo. Jugoso y tierno el cochinillo, aromática y fresca la corvina con el apoyo de verduras, que también contribuyeron al triunfo pleno de los que se apuntaron al clásico arroz con perdiz.
-Persistía el buen ritmo de servicio, llegando casi a traición unas cuñitas de quesos artesanos, tipo payoyo y de merina grazalemeña en amistosa concordia, a pesar de lo cual algún que otro chorreón de aceite de oliva de oliva, ayudaba a mantener una buena armonía.
-Tras la sinfonía culinaria disfrutada, nos encontramos de bruces y a traición, con los postres, precisamente una de las especialidades del chef Fernando. Con cierta sofisticación y evidente caché apareció la camada, compuesta por un Pastel de Ruibarbo y Crumble, que gustaron en conjunto, por su sabor y textura delicados; Ruibarbo responde a planta herbácea que recuerda el punto del tallo del apio y Crumble (que reconozco no haberlo escuchado nunca), y que es una especie de pastel con frutas y con una masa de harina, azúcar y mantequilla. El conjunto se completó con un buen café y los bajativos de rigor, siempre con prescripción y vigilancia facultativa y sin abusar.
*Gracias Fernando y equipo, y recordar que quedamos emplazados para el año que viene, dm, para seguir disfrutando de una Cena Otoñal en El Faro del Puerto.
¡Buen Provecho!
J.M. Pérez Moreno - GGG-XXXI