Cocina de vanguardia…en riguroso directo
-Todo llega y a veces tan pronto que, en nuestro caso hicimos la salida de Agosto en la previa, allá el jueves 26/julio, en el deseado horario de almuerzo, que todo parece indicar permitirá un menor nº de bajas por trastornos digestivos y alevosía culinaria…Además, aprovechamos para entrar en Agosto con las materias y excesos digestivos controlados, incluyendo desplazamiento corto, en nuestro Paseo Marítimo (…es probable que el próxima sea por CARRIL-BICI o en BORRICATE según curriculum) y respondiendo a una cita en ARSENIO MANILA, y van…¡Sí! Este forma parte de un selecto número de restaurantes visitados más de una vez, con un buen resultado pero sin premio global, hasta la fecha...La distribución de mesas, amplia y cómoda, choca de frente con el enorme ruido ambiental, que casi imposibilita escuchar al vecino de asiento, por la intensa contaminación acústica que impide disfrutar plenamente del evento, cuestión ya comentada en visitas previas y que actúa de forma negativa en la valoración global.
-A título de resumen, la opinión global del Almuerzo degustado fue de división de opiniones, con marcados contrastes, que ya comenzaban en las características del propio salón, ya comentadas. En conjunto, ganas de agradar con buena calidad de producto, aunque defendido y promocionado irregularmente, predominando un desorden global en su presentación y cierta anarquía en el servicio, con el resultado final de incuestionable caos que impedía saborear con gusto los productos (especialmente la carne), dispersas y mal distribuidas, de forma que unas estaban crudas y otras más que cocinadas, caminando servicio y cliente a su bola. En resumen, prevaleció el desorden con cierto grado de confusión, a pesar de la contrastada calidad del producto, en momentos difícil apreciar sus características culinarias, detalle más patente en las carnes servidas sin orden ni concierto, por un servicio irregular (y algo escaso) que indirectamente favorecían el desorden comentado.
-Tras los saludos con birras en la llegada, comentar que el tema vitivinícola fue muy elogiado, tanto el blanco (ATUNA-2017, aromático, afrutado y de refrescante sabor, relacionado con la excelente uva Chardonnay), como el vino tinto con denominación de origen gaditana (PETIT FORLONG-2016 con uvas Syrah y Merlot, apoyadas por el punto de calidad de nuestra Tintilla roteña, con excelente y suave entrada y persistente aroma retronasal), que en resumen muestran el auge y gran nivel de los actuales Vinos de la Tierra de Cádiz.
-Con las ausencias de don Mario y José L. Flores, nos dispusimos a entablar contacto con el trabajado menú previsto por la empresa y nuestro compi José María, que de entrada tenía –como se pudo comprobar- una pinta deliciosa, con guiños culinarios vanguardistas. Y por fin llegaron unos curiosos “chicharrones de barriga de atún” con aspecto comparable a los especiales chiclaneros, de sabor penetrante y textura excelente con buen punto de grasa. A continuación llegó un “micuit casero de foie y piñones”, tan suave como potente a la vez y que sorprendió muy gratamente. El “ceviche de pescado de roca”, creo que robalo/lubina pasó casi de puntillas, agradable pero sin sorpresas, a diferencia de la “pieza de pescado frito entera con sutil adobo”, cuya suavidad resultó sorprendente aunque admitía más fritura ajustando la intensidad del adobo algo corto. Superada la primera parte, las preparaciones más elogiadas fueron las dos iníciales, chicharrones y micuit, y sin rechistar pasamos a la prevista “degustación cárnica”, que contó con el hándicap del inhóspito terreno con ruido infernal, a lo que se unió el lío entre los chuletones, la plancha en sí, el punto de asado… Por lo comentado, creo que degustamos, Buey Cebón, Rubia Gallega y Frisona, todas de alta calidad y que sedujeron mucho al personal, siendo la opinión general muy positiva en conjunto y una buena muestra de cambio en nuestros gustos gastronómicos, donde solía prevalecer el nivel de pescados y mariscos.
-Nuestro experto en el refranero, Geño por ejemplo, diría más o menos..: “Todo lo que bien empieza…mejor acaba...más o menos”, preámbulo sorpresivo de la originalidad de un postre muy conseguido, “merengue de limón japonés -yuzu-” acreditado en cocina asiática, con un delicioso y desconocido sabor a cítrico, ignoto para la mayoría, aunque placentero y refrescante, transmitiendo buenas sensaciones con frutas exóticas (maracuyá, fruta de pasión…)…resultando obviamente un buen fin de fiesta, al que siguieron los clásicos cafés y bajativos diversos, apoyados por algún que otro destilado burbujeante.
-Justificante galénico impidieron que culminarse mi presencia en el evento, pero si no ando mal informado, la relación precio/calidad, con 50 leuros por barba, fue considerada adecuada con el VºBº del Sr Tesorero. A título informativo y de manera telegráfica, quedamos emplazados para vernos allá en Setiembre, con Administrativa y apoyo en la despensa del Terraza, aunque una semana después de lo habitual.
¡Buen Provecho!
J.M. Pérez Moreno - GGG-XXXI