Veladas catedralicias
-9 de Enero, primer Martes lectivo, gastronómicamente hablando, ya que el martes día 2, inmerso en la vorágine de las Navidades no celebramos la habitual cena primera del mes y del año, y de paso nos ahorramos invitar a los Reyes Magos, incluidos los camellos y eso…economizamos. El tiempo con lluvia y viento, hizo sus estragos griposos en Carlos, ManoloFT y Casto, a los que se unieron dos bajas más, Lambiris y don Mario. Total, participamos diez socios, a los que se unió nuestro amigo (y Socio Honor), Miguel Pelayo. Además tuvimos la alegría del paso fugaz por la zona de Pepe Ruíz, el de la Gloria, también Socio de Honor, con quién brindamos por un Feliz 2018. El equipo maestro formado por los socios, Luis y José María, contó con una buena cuadrilla de avezados marmitones, Geño, Faly, Juanjohíííjo, complementando el primer equipo de cocina del año nuevo que curiosamente lo formaron los socios más noveles del plantel del GGG, que ya tenían diseñado el “modus operandi” y todo apuntaba a *pelotazo gastronómico*
-Con la cobertura de un buen tinto de la Tierra (Garum 2015, de Bodegas Luis Pérez), pero huérfanos de las reconocidas “papas aliñás con melva”, esperábamos la más que anunciada Corvina pero, ¡sorpresa!!! ya que el noble pescado no acudió a la cita con Luis Baltar, que obligó a cambio de chips y de tercio, oficiando con vocación gallega un plato estrella y tradicional de dicha región, que bautizó como “Caldo pseudogallego” pero con tó sus avíos y vuelcos habituales. La receta será recogida en nuestra web, pero me adelanto para bendecir aroma y sabor auténticos, en el contexto de la contundencia de sus variados ingredientes, destacando la personalidad del conocido unto gallego, asociado a la abundancia cárnica arropada por verduras y hortalizas diversas.
-Tras el plato único del menú, llegó el esperado postre diseñado y elaborado “por derecho” léase José María, que hizo un guiño modernista y de autor, en claro contraste con la tradicional y reconocida delicia gaditana de mazapán, al que denominó, “Cremosa de turrón de Cádiz con fruta escarchada”(ver receta). Gustó mucho sin exceso de dulce, suave pero no empalagoso, curioso pero no por sencillo, menos bueno. Café digestivo, junto a clásicos asimilables, Orujo o anís semiseco, algún Brandy jerezano y apoyo con algún que otro Gintonic de variopinta composición.
¡Buen Provecho!
J.M. Pérez Moreno - GGG-XXXI