Almuerzo Familiar Navideño
-Conocido es el amplio número de Actividades lúdicogastronómicas que se celebran en Navidad, lo cual implica en ocasiones la imposibilidad de ir a todas, por razones de agenda y tiempo. Hace ya unos años, que nuestro Grupo optó por celebrar el evento con nuestras señoras, durante el mes de Enero. Y así se planificó este año, aunque como suele ocurrir alguno de los amigos no pudieron compatibilizarlo con otra actividad y no consiguieron acompañarnos, caso de don Mario, Lele y José María.
-Enero 2018, sábado 20, quedamos convocados para nuestro Almuerzo navideño en un clásico de la Restauración gaditana (Premio GGG en 1993), el Ventorrillo del Chato dirigido por José M. Córdoba, que en el presente año, cumple los 25 años de dirección. Menú concertado días antes, durante una reunión amistosa de ambos “presis” con el amigo José M.
-A titulo de resumen, adelanto que el evento fue muy bueno y yo me atrevo a decir que Memorable, palpándose un ambiente de agradar con ganas e interés en que salieran las cosas bien y, en conjunto, se cumplieron las expectativas deseadas. El acontecimiento se desarrolló en el sótano del local, salón-comedor con ambiente y decoración afrancesada, representativa de su época histórica como venta de carretera durante la invasión por tropas napoleónicas. Historia pura y selecta de nuestra ciudad en este sótano, donde incluso existe una hornacina en la que D. José María Pemán depositó un ánfora conteniendo las “esencias o símbolos del gaditanismo”, allá por la mitad de pasado siglo.
-De entrada resulta muy agradable destacar la actitud y el trabajo del Servicio, gente joven y profesional, con trato adecuado e interesante disponibilidad que en conjunto, fue muy bien considerada por todos. Metidos en faena, nos sorprendieron con la primera copa (birra, jereces o manzanilla) que celebramos con unas esponjosas (y, calentitas, ya que algunos se quemaron los morros por la bulla) “croquetitas caseras de jamón” y las reconocidas “tortillitas de camarones de salinas” crujientes y glamurosas, que situaban el nivel gastronómico bastante alto.
*Una vez ubicados (con una mesa larga, que dificulta el contacto entre comensales, gritos aparte) se completaron los aperitivos, con la alternativa de una cocina tradicional representada por unas “huevas de merluza a la plancha con cebolla y perejil” de textura suave pero consistente y delicado sabor marinero, con una receta de autor como un “espiral de foie y membrillo con tostas de pasas y nueces”, aunque lo que brilló con luz propia fue el “guiso de alcachofas, habitas peladas y espárragos, con huevo y panceta”, clásico que sorprendió en conjunto por su textura y cremosidad, completando un magnifico y suave paladar.
-Ya metidos en faena llegó cual especie de Cebiche una jugosa y divertida “ensalada de chocos y gambas blancas con guacamole”, seguida de una actual y jugosa “punta de pasta con huevas de erizo, langostino y calamar” atrevida y flexible, recordando a marisco potenciado por el sabor profundo de los erizos. La buena disposición comentada permitió alternar al gusto una “lubina/robalo gadita a la plancha sobre torta de patatas y jugo de carabineros” con unos filetes de “presa ibérica con patatas fritas”, exquisitos y logrados, siendo la “versión chocotaja” la más consumida, lo cual dio la oportunidad de saborear ambos condumios. Equilibrio en los vinos recomendados, que gustaron mucho, tanto el blanco de la Rioja alavesa (Valserrano), fermentado en barrica, como el tinto de Hermanos Holgado (C. Sauvignon) de Villamartín-Cádiz.
-Dulce y completo postre, que nos hizo recordar el dicho de que en el grupo del Faro, era preferible dejar algún plato en cocina, con tal de conseguir espacio físico para el postre, que en nuestro caso fue una amalgama confitera, del tipo de “esponja de chocolate helado sobre bizcocho capuchino y sopa de chocolate blanco”, que remató con nota alta un equilibrado conjunto, en nuestro almuerzo navideño que persigue aliviar la famosa cuesta con un excelente empujón gastronómico. Sin dilaciones llegaron café e infusiones potenciados por licores suaves que alternaron con brandy y orujo, ejerciendo como potentes bajativos…
-*Fue el momento elegido por el chef JM para incorporarse al Grupo, que se interesó por su cocina actual en comparación con las nuevas tendencias culinarias. Contó con pasión su trayectoria en el Chato y su buena relación con nosotros, recordando la clausura del primer Curso de Verano con la UCA, allá por 1996 o la cena Constitucional goyesca, con la que celebramos, junto a su esposa, Esther, el III Aniversario de su dirección en el Restaurante. Visiblemente emocionado con sus recuerdos, nos hizo participes de sus objetivos, que pasan por la celebración de las Bodas de plata al frente del Ventorrillo, lo cual aprovechamos para ofrecernos a colaborar y/o participar en la posible/s Jornadas si se organizaran.
-*Llegado el momento de la minuta, se respetó lo convenido (50 leuros per capita) que obliga a la típica reseña de “precio de amigo” con una más que buena relación Precio/Calidad. Resumiendo de forma breve, gran jornada amistosa, familiar y gastronómica en un ambiente de lujo, que se cerró con unos regalos in situ (pañoleta y taza para las damas y mandil a los miembros del GGG), que agradecimos de forma afectuosa y cariñosa. Gracias, muchas gracias José Manuel y equipo. Muchas Felicidades.
¡Buen Provecho!
J.M. Pérez Moreno - GGG-XXXI