Es una receta de subsistencia o aprovechamiento, en la que se emplean los recortes que quedan de los restos de Panizas y se aliñan como un típica piriñaca andaluza con un buen aceite de oliva (ideal Virgen extra de la Sierra gaditana), cebolleta y perejil, aderezados con un vinagre jerezano y al punto de sal. (Es opcional, añadir un tomate maduro cortado finamente en trozos no muy grandes). El nombre de este plato, huevos de fraile, se atribuye a un monje franciscano (capuchino, según otros) que hizo la preparación.
- Masa de paniza, incluyendo recortes y sobras.
- Cebolleta fresca
- Manojo de perejil fresco
- Para el aliño: Aceite oliva Virgen Extra de la Sierra gaditana, sal y vinagre de Jerez.
Aliñar con los ingredientes al gusto.
Marida con vinos blancos o algún rosado de la Tierra de Cádiz
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